2/3/10

No Hay Mal que por Bien no Verga

En un mundo donde se aboga, se busca, se cree, se trabaja, se enseña, se imparte, se hacen esfuerzos, por mantener los buenos valores, las buenas cosas…Una sociedad, un grupo de gente, un sistema social, donde el “bien” es lo correcto: existen “males” necesarios…
No queremos volver a los relatos relajantes, terapéuticos de largar cosas malas por medio de teclas, y decir que esa persona que nos dejó “el corazón con agujeritos” fue un mal necesario para nuestra corta vida…Sino que queremos teletransportarnos al pensamiento ironico, de que realmente, y viéndolo todo desde el punto de vista exagerista de Loque, TODO en el fondo es un MAL, y encima necesario…
Para listar la ardua lista de ejemplos, viñeteamos:

  • Ir al super, porque da paja hacer la cola, buscar calidad o no, corroborar fechas de vencimiento, fijarse el precio de la carne comparado con el de ayer y tener que creer que NO hay inflación. Pero acordándose que si no vas, después llegas a tu vivienda y hay un tupper vacío y un dulce de leche vencido en la heladera, o un poco de mortadela oxidada. Es un mal, por más grande que sea esta tarjeta, pero necesario…
  • Ir al gym en verano y que encima este lleno, porque chivas más por la cantidad de gente, por el poco espacio y por el calor, que por los ejercicios que realmente hacés. Que por un lado está bueno...porque quemás calorías, pero no da llegar chivado antes de empezar a hacer siquiera un abdominal. Es un mal, por mas calorías traducidas en agua que haya, pero necesario…
  • Lavar el auto, porque inevitablemente te mojás, generalmente lo lavas con ropa nada sexy para los sexies del barrio, y por más que le mandes diario siempre quedan los vidrios sucios. Después hay que secarlo cual si fuera un bebé, para que no se paspe? Aparte si te negás, te quedaste sin nido-movil del amor para el fin de semana. Es un mal, por más mujeres que metas en el auto después, pero necesario…
  • Cepillarse los dientes 3 veces por día, porque por lo menos yo no tengo tanta memoria ram como para comer una galleta y lavarme los dientes, comer un caramelo y lavarme los dientes. Porque terminás de comer y soñás con LA siesta o irte a dormir, te acostás, te acomodás, estás en el cielo, y te acordás que te tenés que levantar a cepillarte. Ahí está la putez, lo maligno. Porque en realidad es lindo sentir el último gusto de lo que comiste en la boca, y la re caga la pasta con sus cristales de frescor; porque es un viaje cepillarte y después comer, le cambia el gusto al jugo que con tanta dedicación elijo en el super malparido, pero es un mal necesario porque no da ni un poco sentir los dientes suaves de la grela que tienen, y que te quede un pedazo de langosta entre las muelas. Ni hablar del aliento. Pero al fin necesario.
  • Comer tostadas en la merienda  o desayuno, porque siempre que las hacés te quemas al sacarlas del tostador, por más cuchillos distintos que uses para los miles de dulces que pongas el enchastre se arma igual, todo queda cubierto de migas. Además de la ley de Murphy que hace que sea peor todavía si se te llega a caer la tostadita. Es un mal, por más que se termine derritiendo la manteca y se mezcle con el dulce de leche, pero es necesario.
  • Ponerse talco, porque cuando lo hacés ya estas vestido y quedas entalcado hasta las pestañas y no se va fácil de la ropa, menos si es oscura. Y posta que no da entalcar los zapatos estando en bolas, es ridículo. Además te tragas todo el polvito cuando los pones en los zapatos, igual que cuando hacés jugo o gelatina. Y lo peor, es que por mas talco que te pongas, si usaste los zapatos por un lapso de más de 3 horas, en cualquier estación, los pies están chivados igual. Pero es necesario porque si te ganás el gordo navideño y te vas a comprar algún calzado no da pelar suculento aroma a antitalquez.
  • Es un mal necesario ir al baño antes de dormir, porque si no lo hacés, porque te dio paja, después empezás a soñar que estas en un cuarto con cinco chicas hermosas, y de golpe querés ir al baño, y vas caminando por el pasillo, doblás a la izquierda, hacés 4 metros, doblás de nuevo a la izquierda, subís la escalera, vas hacia la puerta del baño, la abrís, y terehicistepisentucamacomocuandoteníascuatropapafrita!
  • Hacer gelatina, es un mal necesario. Eso de hervir agua, enfriar agua, revolver, no sé, no me parece del todo acertado en un sistema económico abierto. No sé qué tan necesario será, quizás para el que le guste mucho la gelatina, o quizás para reforzar el modelo económico K del Pais de las Maravillas.
  • Cruzarte a tu ex más reciente en el boliche.  Te hacés el relajado, no te importa ni un poco, actitud diva/divo 2010, hablás con vos mismo “mirá lo que soy mamasita/ papá! Me ves y te ponés loca/o, te me largás a llorar acá nomás, me colgás un pasacalles de perdoname cuchiruuqui, qué predecible soos.” Ves la realidad: Te vió, te saludó como si fueras el/la que una vez le vendió 30 gramos de maní pelado, se dio vuelta y lo único que notaste en toda la noche es que tu ex más reciente se convirtió en la persona más feliz de todo Occidente. Y vos no. Era necesario que lo notes. Era malamente necesario.


  • Es un mal necesario usar forros. Es corta mambos, tienen el peor aroma, tienen la peor textura, bajan la sensibilidad al 99%, pero no da ni un poco caer con un niño bajo el brazo, o bajo el ombligo.
  • Es un mal necesario ser mujer y hacerte la difícil las primeras veces que ves a un masculino, cuando en realidad, tenés todos los dientes más afilados que Drácula Y Draculín, all together.
  • Es un mal necesario ser hombre y hacerte el caballero que tiene diez pesos de sobra para bancarle el taxi a la femenina que estás viendo, o que justo tenés nafta para llevarla hasta Chimpay cuando sos de Comodoro Rivadavia. Todo eso puede rendir sus frutos.

La conclusión de los males necesarios es que todo esto es una red, un conjunto de elementos que trabajan para un objetivo en común. Lavas el auto, en definitiva para caretearla en la entrada y en la salida del boliche. Te lavaste los dientes para tener aliento fresco y fuiste religiosamente al gimnasio, estás hecho una pinturita de acuarelas.
Y Oh casualidad, te encontraste con tu ex en el boliche. Oh, un trago después, te invita a su casita...pero por suerte, en todo auto limpio con piloto bañado hay forros.
Y listo el pollo, pelada la gallina.

PD: todos quieren acostarse con su ex. Pero no todos lo consiguen. Porque la otra parte no está dentro del “todos” que quiere acostarse con su ex.







Agradecimientos a P.F.D por el cierre y el toque holístico que le dio al tema.

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